Sistemas mecánicos de ventilación en invernaderos:
Cuando la ventilación natural de los invernaderos es ineficaz o inadecuada para la agricultura, pueden utilizarse sistemas de ventilación forzada. En estas circunstancias, se suelen utilizar ventiladores. La temperatura interior del invernadero puede ajustarse mediante ventilación forzada para que coincida con la temperatura exterior. Este sistema garantiza que los altos niveles de humedad se eliminen rápidamente del invernadero, sobre todo cuando las condiciones meteorológicas son desfavorables.
Las ventajas de la ventilación forzada son:
- Al no proporcionar movimiento de aire positivo, el aire húmedo sale de la planta, lo que mejora la evapotranspiración y reduce el riesgo de enfermedades.
- La temperatura interna del invernadero puede controlarse con mayor precisión.
- Se requieren aberturas de ventilación más pequeñas.
- A continuación, el sistema puede convertirse en un sistema de refrigeración por evaporación.
- Menor necesidad de mano de obra.
- Es poco probable que las construcciones de ventilación sufran daños en caso de tormenta.
Sin embargo, la ventilación forzada también tiene algunas desventajas:
- Los costes de funcionamiento y mantenimiento son elevados.
- Pueden ser necesarias soluciones especiales debido a la baja temperatura ambiente, especialmente en invierno.
- Si no se seleccionan adecuadamente, los ventiladores pueden provocar un aumento indeseado del ruido.
- Durante la ventilación en días de alta irradiancia en invierno o en periodos de transición, el aire frío del exterior podría entrar directamente en el invernadero durante la ventilación.